jueves, 20 de noviembre de 2008

MONSTRUOS



Qué vergüenzacarezco de monstruos interioresno fumo en pipa frente al horizonteen todo caso creo que mis huesoson importantes para mí y mi sombralos sábados de noche me lleno de corajemi nariz qué vergüenza no es como la de Goetheno puedo arrepentirme de mi melancolíay olvido casi siempre que el suicidio es gratuitoqué vergüenza me encantan las mujeressobre todo si son consecuentes y flacasy no confunden sed con paroxismoqué vergüenza diosmío no me gusta Ionescosin embargo estoy falto de monstruos interioresquisiera prometer como Dios manday vacilar como la gente en prosaqué vergüenza en las tardes qué vergüenzaen las tardes más oscuras de inviernome gusta acomodarme en la ventanaver cómo corre la llovizna corre a mis acreedoresy ponerme a esperar quizás a esperartetal como si la muerte fuera una falsa alarma.

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